¡AQUÍ, LOS JABALÍS HABLAN EL BEARNÉS!
Se cuenta que en la Edad Media un jabalí herido por unos cazadores tuvo la buena idea de refugiarse en un pantano fangoso.
“Si no hubiera muerto allí, nadie viviría allí”.
Se le encuentra muerto, pero cubierto de cristales de sal. En ese momento se dan cuenta de que en el subsuelo de Salies fluye una fuente salada de agua salada.
Antes de morir, este jabalí habría dicho sus últimas palabras : «Si no hubiera muerto allí, nadie viviría allí».
Sobre todo, una vez en la Place Bayaà, ¡no deje de venir a saludarlo!